lunes, 7 de diciembre de 2009

La Adopción:

¿Qué sucede ante el proceso de adopción?(Copete):

¿Cuándo, cómo y qué informar?
Es común que ante el surgimiento del lenguaje en el niño, se complique su relación con los padres, ya que surge la posibilidad de que aparezca la frase temida: "Ustedes son mis padres".

Actualmente se sostiene la teoría que hay que informarle al niño de su origen sólo cuando él pregunta. Cuando el niño interroga acerca de su nacimiento, lo más probable es que haya sido estimulado por el nacimiento del hermanito de algún compañerito del jardín, o por la aparición de algún niño en la familia. Se puede decir que lo que hace el niño es compararse.

Si bien no se trata de convertir el diálogo en una iniciación ritual, tampoco es un tema para trasmitirlo de cualquier modo y en cualquier lugar.

Nota:


Si bien la adopción es una decisión conjunta entre la pareja, cada uno de los integrantes acepta un compromiso y una parte de la responsabilidad. La adopción implica una tarea compartida de la crianza del hijo.

Es importante esta aclaración, porque muchas veces es un miembro de la pareja el que toma la decisión de adoptar, y el otro acompaña en la decisión sin comprometerse realmente con ella. Es común que en la práctica se presenten madres adoptivas como únicas responsables de la crianza de su hijo.

Que cada uno de los integrantes de la pareja tome la decisión y la responsabilidad de la adopción, es el inicio de una decisión de ser padre y madre de la adopción. Pero el camino es más largo, e implica que ambos construyan un "Nosotros adoptamos" que refiera un compromiso en la crianza.

Es habitual escuchar la palabra "duelo". El duelo es un proceso normal y esperable frente a la pérdida de alguien o algo muy querido.

La desilusión producida por la imposibilidad de concebir un hijo en el seno de la familia conduce a un proceso de duelo. Una vez elaborado la pareja comienza a pensar en otra forma de concretar la maternidad y la paternidad, adoptando un chico.

Este proceso de duelo hasta el proyecto de la adopción, conviene que no sea inmediato, porque es un momento de muchas tensiones, angustias, ansiedades, dudas y tristezas. Es necesario un cierto tiempo de elaboración, ya que cuando una pareja decide adoptar y se compromete con este proyecto es necesario renunciar al hijo biológico.

Cuando los miembros de la pareja pueden entusiasmarse con el proyecto de "tener hijos", aunque "no puedan hacerlos", va surgiendo el deseo de adoptar. El deseo de adoptar un hijo es el producto de una desilusión y se construye complejamente.

La maternidad y la paternidad se relacionan con una situación que despierta deseos, intensos sentimientos, expectativas, y dudas. El hijo por venir comienza a construirse en la fantasía con un rostro y cualidades que se imaginan como repetición y mejora de las propias. Es en este momento donde surgen muchas preguntas como, ¿Cómo será el niño?, ¿Seremos iguales o peores que nuestros padres?

Existe un clima previo a la adopción saturado por lo que se piensa y se imagina. Al decidir se necesita incorporar a un niño en la vida de pareja. Aquí es cuando se presentan suposiciones acerca de los reproductores del bebé que ellos adoptarán.

Por otra parte, la madre que ha concebido al niño también realiza suposiciones de quien se hará cargo de éste. Las suposiciones previas a la adopción por parte de los adoptantes y por parte de quienes entregan al bebé, se conjuntan; y el niño las unificará y articulará en sus propios sentidos.

El desconocimiento mutuo entre reproductores y adoptantes genera un "lugar" en la familia, una zona cuya lógica está regulada por la convivencia imaginaria entre reproductores y los adoptantes. Es en éste lugar donde se transforma en hijo al niño abandonado.

Para los adoptantes preocupados por ser una familia como todas, las atribuciones preferidas circulan alrededor de su concepción de orden y el deber. Los adoptantes no ignoran que hubo algo antes que ellos, por lo tanto ellos serán los encargados de poner orden en representación de la ley y el deber. Proponen una vigilancia extrema sobre ellos mismos, diciéndose contantemente: "Cuidado, no vayamos a parecernos a ellos".

Atribuirle cualidades y desearlo como hijo exige procesar culturalmente y emocionalmente hechos traumáticos derivados del origen del niño. Esto no resulta complicado durante el primer año de vida, pero una vez adquirido el lenguaje puede desembocar en situaciones complejas ante sus preguntas.

A su vez, también el niño tiene que atribuir características a los padres. En este aspecto, adoptivos y adoptantes se asemejan. Los padres esperan que se atribuyan una serie de virtudes que descuentan poseer, y a su vez atribuyen al niño méritos que, infieren, no heredaron de otros.

Es probable que surja en éste momento la pregunta de cuánto se tarda en querer al hijo adoptado. Autores como Eva Giberti, proponen que una cosa es el querer en función volitiva (que compromete la voluntad de una persona): lo quiere porque es el hijo, sabe que debe quererlo y se espera que sea así. Los padres esperan que desde ellos emerja dicho sentimiento.

Otra cosa es desear que esa criatura, nacida en el vientre de una mujer desconocida y abandonada o cedida en adopción, se convierta en un representante de uno, que lo trascienda y que lleve el propio apellido.

Amar a un hijo consiste en una extraña y complejísima combinación que incluye el querer y el desear. Se puede querer a un niño sin que ello signifique desearlo como hijo.

miércoles, 28 de octubre de 2009

El Amor

Desde los primeros días de vida, el ser humano necesita de otro. Para el hombre no es bueno estar solo. Esta necesidad se plantea a nivel físico, emocional e intelectual. El sentimiento ilusorio de que para uno es bueno estar solo es un mal síntoma.

En la definición de amor se encuentran varios aspectos importantes como:

El amor como una necesidad de presencia física y de apoyo emocional del ser amado.
El amor como un sentimiento de procuración y responsabilidad por el ser amado.
El amor como el deseo de un contacto cercano y confidencial compartiendo ciertos pensamientos y sentimientos con el ser humano amado, de un modo más completo que con cualquier otra persona.
Amor como "la preocupación activa por la vida y el crecimiento de aquello que amamos, como un arte que requiere conocimiento y esfuerzo", concepción de Erich Fromm.

Es necesario diferenciar el amor de la compañía. La compañía se refiere al afecto que se experimenta con aquellos con los que se siente que nuestra vida esta profundamente entrelazada, los cuales pueden ser por ejemplo amigos íntimos o a su vez la pareja. A diferencia de esto, el amor romántico y pasional, se refiere a un estado de intensa abstracción con el otro, lo que incluye un estado de intensa excitación fisiológica.

El estar enamorado estaría relacionado con el deseo de mantener intimidad con el objeto amado. Una persona que es capas de dar y recibir amor con un mínimo de miedo, ansiedad y de conflicto posee la capacidad para desarrollar relaciones íntimas genuinas con otra persona. La intimidad es lo que caracteriza al amor maduro. En este tipo de relación amorosa el sexo funciona como un catalizador. los valores del amor sexual como una expansión de la propia auto conciencia, la experiencia de ternura, un incremento de la autoafirmación y del orgullo y a veces incluso la sensación de fusión total. Dentro de este marco, el amor y el sexo se refuerzan mutuamente


Las personas perciben sus sentimientos acerca de los demás en términos de utilidades, es decir, que entre mayor sea la recompensa y menor el costo, mayor serán las utilidades y la atracción.

Las interacciones entre personas son costosas, requieren tiempo, energía, compromiso, y pueden abarcar emociones y experiencias displacenteras y así, lo que se obtiene debe superar lo que se pone en ellas.

En respuesta al estímulo amoroso se desencadena una catarata de reacciones químicas. El cerebro libera neurotrasmisores en regiones determinadas. Así se produce la propagación de distintas sustancias como las endorfinas y la serotonina, que a su vez produce en los enamorados un estado de bienestar anímico, psíquico y orgánico. Las catecolaminas producen un aumento de la actividad motriz y la feniletilamina eleva el nivel de energía física y la lucidez. Por último, las endorfinas actúan como calmantes naturales, son las responsables de la sensación de sosiego.

Pero para bien o para mal este estado de enamoramiento en el que el otro aparece como ideal comienza a desfigurarse y uno se enfrenta con la realidad de que el otro no puede tenerlo todo, y además cada quien vuelve a interesarse por sus cosas.

Los biólogos llegan a la misma conclusión estudiando las hormonas: si el estado de gracia inicial es tan fulminante como efímero, los romances que se profundizan con el tiempo producen otras sustancias químicas que explicarían esa placidez que se observa cuando se deja de vivir en ascuas. Varias investigaciones han demostrado que la presencia constante de un compañero hace que aumente progresivamente en el cerebro la producción de endorfinas. Que, en contraste con las euforizantes anfetaminas, estas sustancias son sedantes, calmantes anturale sque dan a los amantes una sensación de seguridad, de paz, de alegría y de sosiego.

Por lo tanto lo que caracteriza las relaciones duraderas e importantes es que todas son recompensantes, es decir, que proporcionan seguridad, diversión, felicidad, alegría, compañerismo, y muchas veces es probable que también se reconozca que puedan ser complejas, demandantes, e inestables.

domingo, 27 de septiembre de 2009

El estrés y la Calidad de vida

Aunque comúnmente se considere al estrés como algo perjudicial, la vida sin estrés sería monótona y aburrida.

El estrés transformado en fuerza creadora puede ser fuente de motivación y paso previo a la concreción de metas.

Igualmente, demasiados estímulos estresores pueden intervenir seriamente en el funcionamiento efectivo de las habilidades de un individuo.

NOTA:

El agente desencadenante del estrés es un elemento que atenta contra el equilibrio del organismo, incrementando la necesidad de reequilibrarse.
La manera en que el organismo responde es estereotipada, automática y refleja, mediante la cuál el organismo se prepara para atacar o huir. Es la manera que tiene el organismo de protegerse del peligro. Tanto si los acontecimientos son agradables como displacenteros, o si el peligro es real o imaginario, el organismo responderá de la misma manera (preparándose para el ataque o fuga), provocando las siguientes respuestas fisiológicas:

# descarga de adrenalina,
# aceleración de la respiración,
# sequedad bucal,
# aumento en el ritmo cardíaco y de la presión sanguínea,
# sudoración,
# tensión muscular,
# dilatación de las pupilas,
# aumento de la actividad hormonal.
Hoy en día, debido a estar insertos en una sociedad con reglas de convivencia establecidas, las situaciones estresantes no pueden ser resueltas directamente y, por lo tanto, no se puede liberar la tensión física, acumulándose y provocando los síntomas fisiológicos relacionados con el estrés.

Que una persona sufra de estrés implica que el mismo es excesivo, al igual que el esfuerzo que necesita realizar el organismo para sobreponerse al nivel de resistencia que posee para el mismo. El estrés siempre provocará síntomas fisiológicos, independientemente de que sus factores sean psicológicos.

Los problemas que acarrea el sufrir niveles excesivos de estrés por períodos de corta duración, considerables.

Según estudios recientes el estrés:
# debilita el sistema inmunológico,
# aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer,
# influencia nuestro ánimo y nuestro funcionamiento,
# distorsiona el ciclo normal del sueño,
# contribuye al desarrollo de disfunciones sexuales,
# destruye las relaciones interpersonales,
# produce una sensación general de insatisfacción.


En cambio, si por un largo tiempo se padece de estrés elevado, los efectos pueden ser más severos:
# Fatiga y agotamiento
# Depresión
# Cansancio extremo
# Colapso nervioso


El estrés puede ser causado por el estilo de vida o de trabajo de cada uno, como por el medio que nos rodea y hasta la comida y bebida que ingerimos.

Entre las fuentes del estrés se encuentran:
# Estrés por instinto de conservación.
# Estrés debido a la ansiedad.
# Estrés ambiental.
# Estrés por trabajo y estilo de vida.
# Estrés debido a fatiga y por trabajo en exceso.


Otros aspectos de la personalidad que pueden causar estrés son el perfeccionismo por sus altos estándares imposibles de alcanzar; debido a que una constante atención hacia los demás lleva al propio displacer cuando nadie se fija en las necesidades de esa persona.

La incertidumbre puede causar altos niveles de estrés, como por ej.:el no saber que deparará el futúro, no tener planos definidos en una carrera, no saber que se quiere,o que piensan los demás de uno .

Al estar bajo estrés, cualquier problema pequeño suele ser percibido como difícil e intimidante. Naturalmente, esto alimenta al estrés, haciendo ver a los problemas como peores, y así sucesivamente.
En todos estos casos, junto con la falta de información pueden afectar la capacidad de ejecución
El arte del enfrentamiento del estrés es lograr mantenerse a un nivel de estímulo que sea placentero y saludable para uno mismo.

La toma de conciencia es un proceso por el cual, uno se detiene a observar sus propios pensamientos para darse cuenta de lo que ocurre en la mente durante un momento de alto nivel de estrés.


El tomar conciencia es el primer paso para lograr eliminarlos.


Ante un problema avasallador conviene verlo desde distintos ángulos, ver si se puede aprender algo de esta situación.

Por lo cual la Psicoterapia efectiva para estos casos es la terapia individual,cuyo tratamiento resulta ser simple y confidencial.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

¿Psicoterapia o Psicofármacos?

Hubo un tiempo en que los terapeutas y gran parte de nuestra vasta cultura consideraba a la depresión y a otros conflictos humanos como obsesiones de la mente y del corazón, influenciadas por muchas fuerzas sutiles tanto internas como externas. Sin embargo, durante el último decenio, grandes vientos de cambio intelectual y emocional han tenido lugar. Somos parte de una cultura en la que mucha gente sostiene que sus dolores emocionales son "bioquímicos" y pueden curarse simplemente con una píldora. Ahora la depresión es definida, a vozpopuli, como una enfermedad puramente biológica, tratable —gracias a Dios— por los milagrosos antidepresivos.



Estos puntos de vista, sin embargo son mitos, no verdades. Los descubrimientos científicos más recientes, apartir de los resultados de diversas investigaciones, en el campo de la neurología, no los confirman, ni convalidan. Más bien parecen ser verdades que la publicidad de alcance masivo las ha repetido y reforzado, con la intención de que se consuman antidepresivos y de que este consumo parezca algo tan común e inocente como el de una aspirina. De acuerdo con estos avisos publicitarios, los antidepresivos o psicofarmacos en general, son lisa y llanamente la primera y mejor opción para el tratamiento de la depresión, por ejemplo.


En un encuadre imparcial los antidepresivos serían considerados como una opción válida entre muchas otras; opción que conlleva muchos más riesgos que cualquier terapia. Recién ahora la gente esta tomando conciencia de los efectos secundarios de los antidepresivos, y el futuro podría revelar consecuencias jamás pensadas.

No sólo no se reportan muchos de los efectos secundarios y se los menosprecia sino que los resultados de investigaciones realizadas no confirman el status de milagrosas que, según la imaginación popular, estas drogas tienen. La excesiva confianza que nuestra cultura deposita en estos medicamentos psiquiátricos se basa en una publicidad brillante realizada por una industria con fines de lucro, no en la ciencia. Incluso el resultado de las investigaciones realizadas por las mismas compañias que fabrican los psicofármacos tampoco lo confirman. Los resultados de las investigaciones revelan que estas drogas no son mejores que la terapia y apenas son un poco más eficaces que los placebos.Sin embargo el poder cada vez más creciente que adquiere la perspectiva biológica en las prácticas y discursos de la salud mental sugiere no sólo que existen únicamente explicaciones biológicas, sino también soluciones biológicas perfectas y totalmente libre de riesgos: píldoras simples que ponen fin a todo, desde la depresión leve y la tensión nerviosa hasta ataques de pánico, desórdenes bipolares y psicosis y esquizofrenias bien diagnosticadas.
Frente a tal dilema: ¿Qué debe hacer un terapeuta responsable?: En muchas prácticas actuales, cuidadosamente fundamentadas, se les pide a los Pacientes que realicen una evaluación médico-psiquiátrica como prerequisito antes de iniciar un tratamiento, colocando el uso de psicofármacos en el lugar que les corresponde,ayudando a iniciar el trabajo terapeutico y en consecuencia, favorecer las respuestas terapéuticas,estableciendo un lazo terapéutico beneficioso y un mutuo acuerdo de metas.
Por lo tanto sería la mejor opción posible, que los medicamentos se combinasen con la psicoterapia, dándole a los Pacientes suficiente estabilidad como para
asi crear una especie de tratamiento con efecto de doble incidencia.